Estaba en un jardín, lleno de rosas de todos los colores, y diferentes tipos de árboles enormes.
Sentada en un banco, contemplando la naturaleza, ahí estaba "ella", de nuevo.
En mi anterior sueño, no conseguí contemplar su rostro, me dirijí lentamente hacia ella.
De pronto, quitó su mirada perdida en el frente y se dirigió a mi:
- Hola- susurró.
Entonces, fue cuando desperté exaltada y aterrada, al contemplar que aquella niña extraña y aterradora, era yo en mi niñez.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario